sábado, 24 de abril de 2010

El rey y Sabrina

"El rey estaba enamorado de Sabrina, una mujer de baja condición a la que había convertido en su última esposa.
Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llego un mensajero para avisar de que la madre de Sabrina estaba enferma. Pese a que estaba prohibido usar el carruaje oficial del rey, infracción que se pagaba con la cabeza, Sabrina cogió el coche y corrió junto a su madre.

Al regreso, el rey fue informado de la situación.
- ¿No es maravillosa? - dijo- Esto es verdadero amor filial. No le ha importado jugarse la vida para cuidar a su madre. ¡Es maravillosa!

Otro día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín de palacio comiendo fruta, llego el rey. La princesa lo saludó, y después le dio un mordisco al último melocotón que le quedaba en la cesta.

- ¡Parecen buenos! - dijo el rey.

- Lo son - dijo la princesa. Y, alargando la mano, le cedió el último melocotón a su amado.
- ¡Cuanto me ama! - comentó después el rey - Renunció a su propio placer para darme el último melocotón de la cesta. ¿No es fantástica?

Pasaron algunos años y, a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.

Sentado junto a su amigo más íntimo le decía:

- Jamás se comporto como una reina. ¿Acaso no desafió mi prohibición utilizando mi carruaje? Es más, recuerdo que una vez me dio de comer una fruta mordida.”




Y como nos muestra Jorge Bucay en este cuento, la realidad siempre es la misma, lo que cambia es los ojos con los que la vemos.

jueves, 15 de abril de 2010

El Principito



Hace un par de semanas la casualidad hizo que este libro volviera a pasar por mis manos, y no perdí la oportunidad de volver a leerlo.

A pesar de haberlo leído más veces, no pude evitar emocionarme ante una de las partes más famosas del libro:


“- Adiós - le dijo.

- Adiós - dijo el zorro - He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.

- Lo esencial es invisible para los ojos - repitió el principito para acordarse.

- Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.

- Es el tiempo que yo he perdido con ella… - repitió el principito para recordarlo.

- Los hombres han olvidado esta verdad - dijo el zorro - pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa…

- Yo soy responsable de mi rosa… - repitió el principito a fin de recordarlo.”


Y es que como nos enseñó el zorro, debemos dejar atrás las apariencias. Debemos intentar ver las cosas desde su interior, pues hasta la rosa más bella antes de florecer, no aparenta más que una simple planta con espinas….

miércoles, 7 de abril de 2010

5 años

Hoy hace 5 años que perdí a una persona importante.

Creo que desde ese momento decidí tomarme la vida de otra manera, pues es uno de esos palos que te da la vida que te hacen madurar. Desde entonces, he decidido no desaprovechar ni un instante lamentándome por lo que no tengo o por lo que no soy, y he decidido luchar por ello hasta conseguirlo, pues es la única manera de poder vivir disfrutando al máximo.

Y aquí os dejo algo que escribí el día que mi amiga se fue:

Triste es cielo que amaneció, aquel día oscuro del que no sé salvo. Un día cualquiera en que su vida no siguió, su cuerpo y su alma sin fuerzas se quedó.

¿Por qué una vida ha de acabar? ¿Qué pasa para que tenga que terminar?

Cuando yacía dormida, un ángel bajó, y sin que lo notase se la llevó. Dura vida la que vivió, pero en ella la alegría siempre existió.

¿Por qué una vida ha de acabar? ¿Qué pasa para que tenga que terminar?

Fue una princesita, que siempre sonrió, dulce niña que nunca se rindió, gran luchadora que ante todo combatió; pero aquel amargo día, su cuerpo se paró.

¿Por qué una vida ha de acabar? ¿Qué pasa para que tenga que terminar?

Nuestros pequeños paseos, nunca los olvidaré, pequeños secretos que siempre recordaré; y a nuestro rincón algún día iré, y allí por ti, yo sonreiré.

lunes, 5 de abril de 2010

EL ESCONDITE

Como mi primera entrada de este blog, que muy bien no sé hacia donde irá, os dejo un relato bastante conocido que descubrí hace ya unos años en un encuentro de cuentacuentos. Cada vez que lo leo, una sonrisa me invade, recordando la magia con la que fue representado.



EL ESCONDITE

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:

- ¿Jugamos al escondite?

La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó: "¿Al escondite? y ¿cómo es eso?"

- Es un juego -explicó la LOCURA- en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse (¿para qué?), si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse...

- Uno, dos, tres... -comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la BELLEZA; que si el bajo de un árbol, perfecto para la TIMIDEZ; que si el vuelo de la mariposa, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD; que si una ráfaga de viento, magnifico para la LIBERTAD. Así que termino por ocultarse en un rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero solo para él.

La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira!, en realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO... ¡se me olvidó donde se escondió!... pero eso no es lo importante.

Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR todavía no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

- ¡Un millón!- contó la LOCURA y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología. Y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a la ENVIDIA y, claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; el solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aun de que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco iris y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.

Pero solo el AMOR no aparecía por ningún sitio.

La LOCURA busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, diviso un rosal y las rosas... Y tomo una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía que hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra, el AMOR es ciego, y la LOCURA lo acompaña siempre.